EUROPA PRESS
18 abril 2016
La sarcopenia
podría afectar en 2045 al 63% de los mayores europeos
La sarcopenia es una enfermedad
asociada con el proceso de envejecimiento y entre sus signos distintivos están
la pérdida de masa muscular y fuerza, que a su vez afecta al equilibrio, la
marcha y la capacidad general para realizar tareas de la vida diaria.
Un
estudio muestra que, dependiendo de la definición utilizada, más de 19 millones
de personas mayores en Europa pueden actualmente estar afectadas por la sarcopenia, con un enorme aumento esperado en el futuro.
Debido
a su complejidad, no existe todavía ningún consenso mundial sobre la definición
de la enfermedad con fines de diagnóstico. El Grupo de Trabajo Europeo sobre
Utilizando
la definición que proporciona las estimaciones de prevalencia
más bajas, el número de individuos con sarcopenia en
Europa en 2016 es de 10.869.527 y se elevará a 18.735.173 en 2045 (un
incremento del 72,4 por ciento). La prevalencia
global de la sarcopenia en los ancianos aumentará del
11,1 por ciento en 2016 al 12,9 por ciento en 2045. Las mujeres representan
actualmente el 44,2 por ciento de los casos prevalentes.
Utilizando
la definición que proporciona las estimaciones de prevalencia
más altas, el número de individuos con sarcopenia en
Europa es de 19.740.527 en 2016, llegando a 32.338.990 en 2045 (un incremento
del 63,8 por ciento). La prevalencia global de la sarcopenia en los ancianos aumentará del 20,2 por ciento en
2016 al 22,3 por ciento en 2045.
Las mujeres, las más afectadas
Las
mujeres representan actualmente el 66,4 por ciento de los casos prevalentes, según el trabajo de investigadores de
"Independientemente
de la corte de diagnóstico empleada para definir la sarcopenia,
se espera que la prevalencia de esta enfermedad
aumente considerablemente en Europa. Por tanto, es esencial que pongamos en
práctica estrategias eficaces de prevención y de gestión de la
enfermedad", señala el investigador encargado de presentar el estudio, el
doctor Olivier Ethgen.
A
su juicio, "las autoridades sanitarias deben tomar medidas con el fin de
limitar el impacto en los sistemas de salud cada vez más agotados y ayudar a
los europeos a disfrutar de un envejecimiento sano y activo".